Un lugar mágico e imperdible para los aficionados de los libros y la historia.
Fue fundada en 1879 por Benjamín Henry Blackwell, hijo del primer bibliotecario de Oxford quien termino sus estudios a los trece años para luego seguir el negocio familiar. Su padre de quien heredo la librería hizo parte activa de la sociedad de la templanza, una organización que promueve además de la religión, la autoeducación y el fomento a la cultura.
La librería Blackwell juega un papel importante en la historia de las librerías al estar ligada al inicio las carreras de muchos escritores como el primer poema de J. R. R. Tolkien, «Goblin’s Feet», publicado en 1915. Pero también fue pionera en impulsar la venta de una serie libros más baratos incluidos los de Shakespeare y así promover el acceso universal a la literatura
Lo más interesante de entrar en la librería es la planta baja, un espacio de libros de 360 grados. Donde literalmente te sientes abrazado por los libros, nombrada Sala Norrington en honor a Sir Arthur Norrington, tiene de extensión unos cinco kilómetros de estanterías y 930 m² de longitud lo que la hace aparecer en una entrada en el Libro Guinness de los Récords como la habitación individual más grande que vende libros.
